Cuando
por la calle pasa la vida como un huracán él ni se inmuta y resiste, porque la
vida para él no tiene ningún secreto. Para él, esta desequilibrada vida es lo
que da pie a que él nunca pierda el equilibrio. Porque nunca ha tenido nada que
perder ni qué ganar, sólo vive, sin plantearse si peor o mejor, dando un paso
tras otro en una cuerda floja.
Él, el funambulista imbatible.
Tanta vuelta para acabar pasándome igual... Y eso que ni saludas, jummm.
ResponderEliminarPoco que decir, estoy espeso, pero vamos, demasiado corto para sacar conclusiones. Incluso alguien en la cuerda floja ha de tener miedo de caer, si no no habría mérito en lo que hace. Sin miedo no hay valientes.
Ale, nanit.