Hoy le
va a poner una vela a la almohada y le va a sonreír. Le pone una vela en
agradecimiento, por estar siempre cuando la necesita, por empaparse con cada
lágrima sin rechistar, por ahogar todos sus gritos, por ser la calidez que
necesitaba en la noche más negra, por brindarle sueños y por despertarla en la
peor de sus pesadillas. Le pone una vela por soportar cada guerra en su
interior, por esas removidas de sábanas mezcladas con otro cuerpo y por ser
tirada al suelo cuando empezaba a molestar. Le pone una vela por ser su
compañera de las más trepidantes aventuras plasmadas en las páginas de un
libro, el pañuelo para sonarse en una película que la hizo llorar. Le pone una
vela por todas aquellas noches que la rechazó para no tener que rencontrarse con
sus fantasmas una noche más y por tantas mañanas que ha querido esconderse en
ella para no tener que enfrentarse a lo que le deparaba fuera.
Hoy le pone una vela a la almohada porque ha decidido dejar todo eso atrás. Y la almohada se queda. Una noche más.
C'est un très joli texte. Ton oreiller te remerciera la dédicace, comme nous le remercions plusieurs de nous.
ResponderEliminarNe cesse pas d'écrire ainsi. Tu as une nouvelle adepte.
Tu m'ho vas fer a mi i ara t'ho faig jo a tu. Exigisc un boto de "m'encata", però ja! :)
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