lunes, 12 de marzo de 2012

Le thé aux fraises


Quema. Entre mis manos frías se encuentra una taza de té que quema, pero no consigue calentarlas. De la taza sale humo, humo que me recuerda a las noches de verano, a las miles de conversaciones que se comparten con una taza entre las manos, a los días de lluvia en los que pasas la tarde mirando cómo se deslizan las gotas por el cristal. Bebo, se empañan los cristales de mis gafas, aún quema, me paro para respirar hondo, cierro los ojos por un segundo y vuelvo a abrir los ojos, centrando mi vista en la taza humeante. Parece que con ese humo se esfumen todos mis problemas, al menos por un momento.
Pero siempre vuelven y lo único que desaparece es el humo.


2 comentarios:

  1. Sempre pots intentar beure te de maduixa a totes hores...

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  2. Estic d'acord, Lluís, és una bona solució, jajaja. Un poc diurètica... però bona, xD

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