domingo, 19 de febrero de 2012

¿Dónde vamos tan deprisa?

Una sonrisa cansada, triste. Una sonrisa sincera. Una sonrisa que termina convirtiéndose en una carcajada. Una sonrisa falsa, que se huele a distancia. Una sonrisa de cariño. Una sonrisa irónica. Una sonrisa que destila amor. Una sonrisa de suficiencia. Una sonrisa forzada, con la intención de no ser descubierta. Una sonrisa que inspira  confianza. Una sonrisa perfecta.

Intento sonreír todo lo que puedo. Es cierto, no me gusta mi sonrisa, pero no puedo evitarlo, me gusta sonreír. Me gusta sonreír por aquello que me hace feliz. Me gusta sonreír por aquellas personas que son felices. Me gusta sonreír porque cada vez que lo hago, mis pulmones se llenan de aire nuevo y fresco. Me gusta sonreír porque me da la impresión de que mi mirada se vuelve más dulce. Me gusta sonreír porque me hace sentirme bien. Me gusta sonreír para dar ánimos, para enseñarle a alguien que vale la pena hacerlo. Me gusta sonreír por nada.

No me importa que me salgan arrugas si son de sonreír. No me importa fingir una sonrisa si con eso consigo deshacer la angustia de alguien. No me importa sonreír, simplemente porque me gusta.

También me gusta sonreír si con eso consigo contagiarte mi sonrisa.

(:


"Por que ya no se quería dejar morir, porque ya no quería que el tiempo pasase rápido hasta dar con su último aliento, porque ella le había devuelto la vida, sólo con su presencia."


2 comentarios:

  1. Sara, me encanta la entrada y me encanta tu sonrisa, así que no digas que no te gusta tu sonrisa! (:

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