viernes, 30 de septiembre de 2011

No se cegarán los claros nunca más.


¿A dónde vas?
Hoy voy hacia delante, desplumándome de mis flores secas y comenzar de nuevo,  plantar nuevas o huir a un nuevo campo. Porque yo me basto para hacer brillar las alcayatas, para seguir adelante, ¿y a dónde voy? No lo sé, pero no será lo que Dios quiera.
Que ya mañana si truena, que mañana si sigue siendo rutina, ya me las apañaré para cambiarlo, para disfrutarlo. Porque los claros no se cegarán nunca más y guiaré mis pasos.
Te cansarás de seguir mi camino, irregular, que cambia muchas veces de sentido. Y la vida se desbordará del  cubo y te cansarás.
¡Perdiguero! ¿A dónde vas? Busca a mi dueño, te cansarás.


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